INTRODUCCIÓN

Desde diferentes enfoques se ha concebido a la familia como el pilar principal de la edificación de la sociedad, a partir de su función como proveedora de los elementos necesarios para el crecimiento, el desarrollo y el bienestar de todos sus miembros. De acuerdo con Echeverry (2002, p. 38) “el papel de la familia es tanto participar en el contrato social para escoger los principios éticos y los valores sociales que regirán el comportamiento de los colombianos, como el de ser la transmisora de los contenidos y significados de tales principios y valores, mediante el llamado proceso de socialización. Aunque la familia se considera la principal institución socializadora, no es la única. La escuela, los medios de comunicación y el entorno socio-ambiental, complementan o confrontan esta tarea”. Así, en su papel socializador, se ve confrontada por su carácter dinámico de doble vía: se ve afectada por el entorno social en el que se inserta y, a su vez, las dinámicas familiares participan en la modificación de este entorno.

Los constantes cambios en las dinámicas sociales, tanto a nivel nacional como local, conducen a que las familias y sus miembros se vean expuestos a la vulneración de sus derechos. El conflicto de creencias y pensamientos entre lo que se debería hacer y la capacidad que cada uno tiene para desarrollar un ambiente sano, obstruye el desarrollo integral de los núcleos familiares y permite que los hogares se conviertan en entornos hostiles y en factores de riesgo para el avance de cada uno de sus integrantes.

En este contexto, los núcleos familiares de los municipios de influencia de la fundación presentan dificultades para su desarrollo; algunos de estos se desarrollan en ambientes que no potencian ni facilitan la formación de competencias necesarias para el desarrollo integral de sus miembros: la comunicación y el relacionamiento entre los integrantes muchas veces no son los adecuados, los vínculos de afinidad y relacionamiento son débiles entre los miembros del núcleo familiar, y muchas veces conflictivos, existen patrones y prácticas de crianza ineficientes, además no hay un ejercicio irresponsable en la toma de decisiones por parte de los miembros de la familia. A esto debemos sumarle factores de riesgo presentes en la comunidad tales como: consumo de SPA, representaciones culturales negativas, poca asistencia psicosocial, una baja capacidad económica por parte de las familias, la violencia intrafamiliar, el embarazo en adolescentes y la poca articulación interinstitucional.

Para intervenir este contexto surge el Programa Familias Germinando de la Fundación Guaicaramo, que tiene como objetivo fortalecer a las familias de los municipios de influencia como entornos protectores efectivos de cada uno de sus miembros. Al hablar de familias es importante abordar también las temáticas asociadas a los roles que asumen los miembros de estos núcleos, y las estructuras que se establecen entre estos para afrontar cambios y crisis, para desarrollar vínculos de solidaridad, mecanismos de creación, recreación, desarrollo físico, cognitivo y emocional, de acuerdo con el contexto en el que están inmersos. Es decir, se busca que la estructura familiar que se consolide tenga una funcionalidad tal que contribuya al crecimiento y el desarrollo armonioso de quienes la integran, puesto que la familia puede ser un entorno de protección y de desarrollo de cada uno de sus miembros o, por el contrario, puede ser un entorno agresor en el que se vulneran sus derechos y que no logra cumplir con el rol socializador que se le atribuye.

En línea con lo anterior, se resalta el papel fundamental de las diferentes instituciones que intervienen directa o indirectamente en el núcleo familiar, ya que son éstas las dinamizadoras de contextos más amigables para los núcleos familiares, también son el apoyo esencial en tiempos de crisis, las garantes del buen desarrollo y de la adquisición de competencias de los miembros del núcleo familiar. Este papel puede ser desarrollado a cabalidad mediante la articulación de: instituciones públicas (alcaldía, instituciones educativas, comisarías, personerías, centros de salud, entre otras) y privadas (empresas como Guaicaramo S.A.S., Frontera Energy y la Fundación Guaicaramo), algunos programas sociales como Familias en Acción y los Centros de Desarrollo Integral.

Como fundación encontramos relevante fortalecer esta red institucional, con el fin de brindar apoyo psicosocial a las familias, no solo para reparar, sino también para prevenir. Estamos convencidos de que la familia aporta a la construcción de la sociedad, luego es necesario realizar acciones con la familia y actores institucionales para construir las bases de una comunidad que esté comprometida con la creación de ciudadanos responsables y con la mejora en la calidad de vida de cada uno de sus miembros.

3. Valores culturales y ambientales

4. Enlace Funguaicaramo